jueves, 15 de abril de 2010

Siempre comprometidos (16 de Abril 2010)



“Los señoritos invocan la libertad, el pueblo no la nombra pero la defiende con su sangre” Antonio Machado.


En las últimas semanas se ha intensificado la discusión sobre el gobierno de Cuba y su proceder. En el contenido expuesto se pueden observar tanto los intereses espurios de la derecha como también la falta de comprensión, por parte de algunos compañeros, de lo que significa construir el socialismo en el marco de más 40 años de bloqueo por parte de la potencia del norte. Tratar de aislar la discusión del ataque permanente del imperialismo norteamericano lleva a cometer errores de apreciación. En la historia de la Revolución cubana jamás se ha torturado a un solo preso, nunca hubo un desaparecido ni ninguna ejecución extrajudicial; sí los hubo en territorio cubano, pero precisamente en la base estadounidense de Guantánamo, cuestión que callan aquellos que hoy critican al gobierno revolucionario para justificar una intromisión en los asuntos internos del pueblo cubano, contrariando los principios universales de no intervención y autodeterminación de los pueblos definidos en la carta constitutiva de las Naciones Unidas. Una hermana República de Cuba que en todos estos años de revolución siempre se mostró solidaria con los pueblos del mundo. Incluso, por supuesto, el de EE.UU. como lo demuestra el ofrecimiento de ayuda médica en las catástrofes que le toco vivir a ese país en los últimos tiempos (por ejemplo, el Katrina o los atentados del 11 de setiembre). Hoy, el ataque organizado por la derecha, busca conformar un cerco mediático. Como siempre el objetivo es destruir a una revolución que no sirve a los intereses imperialistas. Una Cuba que se mantuvo incólume, como ejemplo para la lucha de liberación de los pueblos, en el peor momento del movimiento revolucionario. Que favoreció por su actitud heroica y su solidaridad continua el giro a la izquierda que vive nuestro continente. No le sirve al imperio que Cuba haya estado encabezando los procesos de unidad latinoamericana. Les duele Cuba, porque demuestra que en los peores momentos económicos su gobierno se aseguró de garantizar siempre las necesidades básicas de su pueblo. Sepan, hermanos cubanos, que este semanario estará siempre del lado de su lucha por el socialismo. Como lo estuvimos cuando nadie creía que esos jóvenes de la Sierra Maestra pudieran triunfar también hoy, cuando algunos se olvidan de lo que la revolución ha significado y sigue significando para el movimiento popular. Movimiento popular en el que siempre hemos estado presentes. Así lo demuestra la entrega de miles de hombres y mujeres, conocidos y anónimos, que ayudaron a construir el proceso de acumulación de fuerzas que llevó al FA al gobierno. Este sábado 17 de abril se recordará con un acto a los ocho obreros comunistas asesinados durante el gobierno de Bordaberry. Este fusilamiento no fue una eventualidad, las clases dominantes buscaban cortar a sangre y fuego el proceso creciente del pueblo uruguayo organizado. Querían que entráramos en un enfrentamiento directo con las FFAA y la Policía. No hay que olvidar que unos días antes las fuerzas represivas habían invadido una reunión de cientos de jóvenes comunistas. Estaban esas fuerzas dispuestas a hacer una masacre, que se evitó por la disciplina de los comunistas reunidos y la rápida acción de los legisladores democráticos. Rubén López, Héctor Cervelli, Raúl Gancio, Elman Fernández, Luis Mendiola, Ricardo González, Washington Sena, Ramón Abreu cayeron en la lucha contra el fascismo que empezaba a ganar espacios en diferentes instrumentos del Estado. Un fascismo que aunque lo logró en otros países, no fue capaz de generarse aquí una base social porque fue constante y consecuente la acción de nuestro pueblo organizado. Los ocho compañeros fusilados el 17 de abril de 1972 fueron trabajadores que como otros miles estuvieron en la forja de las herramientas unitarias que hoy permiten los cambios. El acto de la 20 conmemora la lucha por la vida y la entrega cotidiana por el mundo del pan y de las rosas. Recuerda en forma constante que nuestro compromiso es por el socialismo, por una transformación radical de la sociedad, por un cambio de clases en el poder. Hoy, cuando desde distintos ámbitos se busca mellar el compromiso y la militancia política; cuando se pretende adjudicar el carácter de obsoleta a la discusión franca, colectiva y directa como forma de resolver las contradicciones, el acto de la 20 es una reafirmación de nuestro compromiso con el pueblo. Somos parte de una fuerza política democrática, que discute a lo largo y ancho del país sus definiciones. Proceso democrático forjado y desarrollado por cientos de militantes anónimos. En esa concepción se han formado los militantes de izquierda históricamente y lo seguirán haciendo pese a las campañas de derecha que quieren ver en el debate democrático, divisiones y enfrentamientos entre compañeros. Hoy el conjunto de los frenteamplistas debemos comprender que más allá de enojos o incomprensiones, la batalla hacia mayo es una confrontación entre el proyecto de la derecha y el popular. En esta batalla no hay momento para vacilaciones, necesitamos que todos juntos peleemos para lograr una mayor votación en cada unos de los departamentos. Es imprescindible seguir avanzando en la conquista de espacios de poder. Cada uno de nosotros hace falta. Cada uno de nosotros es importante. Y por ello de lo que se trata, es de redoblar esfuerzos. Porque nuestro compromiso es de siempre, y los objetivos son supremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario