jueves, 24 de junio de 2010

Tácticas y contratácticas (25 de Junio 2010)




Los uruguayos seguimos alegres y esperanzados en nuestra selección futbolística al Mundial. No sólo por los resultados obtenidos sino por la forma de jugar al fútbol y su relacionamiento humano tanto interno como en el ámbito general. Nos gusta que un equipo ponga todo en la cancha pero que al mismo tiempo sea agradable de ver y ofensivo cuando es necesario. En el último partido vimos cómo tácticamente el técnico mexicano intentó aislar primero a nuestro mejor jugador, lo que permitió el desenvolvimiento de los otros delanteros, para posteriormente tratar en el segundo tiempo de arrinconar al equipo celeste con una mayor presión ofensiva. Si bien en algún momento pasamos zozobras, la disciplina y el fervor del equipo celeste permitieron la victoria. En política como en el fútbol las tácticas y contratácticas existen y se utilizan continuamente. Cuando un equipo (o un partido si de política hablamos) ve que su rival avanza trata de detenerlo. Se trata de aislar al rival, erosionando su base social, enfrentándolo a sus aliados y procurando así debilitarlo. Esto es lo que se ha propuesto hacer la derecha respecto del Partido Comunista. En algunos casos el maceramiento constante de algunas de sus ideas hace que las mismas se reflejen en algunos de los discurso de la izquierda.

Repasemos algunas de las últimas ofensivas.

La elección de Ana Olivera para ser candidata a la Intendencia de Montevideo y la votación posterior del FA en la capital han sido utilizados para atacar a la organización de la fuerza política. Se busca una transformación de la estructura que tiene como objetivo desmantelar a los comités de base. La derecha continuamente pone el acento en que los comunistas tienen un peso desmesurado en función de los votos que tienen. Obviamente no ponen arriba de la mesa la discusión de la importancia que tienen los organismos de base del FA en la construcción y el desarrollo del bloque político social, radical, de los cambios. La definición del gabinete de la futura intendenta ha sido el eje de la tormenta en las últimas semanas. En los medios de prensa se manejaban un sinnúmero de nombres para las distintas responsabilidades. Se daba por definido que la Secretaría General de la IMM pertenecería al partido de la Intendenta y se trataba de asustar con la llegada de un gabinete “rojo”. Lo que la prensa “prefería” olvidar es que en el Ministerio que los comunistas tuvieron la responsabilidad de dirigir durante el gobierno de Tabaré Vázquez, el gabinete fue “frenteamplista” en su composición (es decir, no regido por cuotas política. No puede sorprender a nadie que esta concepción se vuelva a repetir. Ahora el caballito de batalla de la derecha es enfrentar al PCU con el gobierno frenteamplista respecto de la política económica a llevar adelante. Se busca posicionar al PCU como el único sector que plantea críticas al Ministerio de Economía. Olvidan que el conjunto del movimiento popular ha reivindicando un cambio de los ejes de la política económica desde hace tiempo, como está expresado en los documentos del PIT CNT o en las resoluciones del Segundo Congreso del Pueblo. Planteos que han sido respaldados por movilizaciones masivas demostradas fehacientemente el 9 de junio pasado. Las diferencias sustanciales del PCU respecto de los ejes de la política económica llevada adelante por el gobierno de FA comienzan en el 2005. Se basan esencialmente en la necesidad imperiosa de desarrollar un país productivo con justicia social que no puede concretarse mientras los ejes económicos estén marcados por el equilibrio fiscal, el pago escrupuloso de los compromisos internacionales, el reforzamiento de un modelo agroexportador y el hincapié en la inversión extranjera directa. El tema de fondo se encuentra en cómo se produce, concentra y distribuye la riqueza a la interna de la sociedad. En tal sentido, tal como se viene planteando la política económica, se sigue manteniendo la misma concentración de la riqueza que se daba en períodos anteriores. Los fenómenos de concentración, centralización y extranjerización se dan en cadenas importantes del sector agroexportador: forestación, carne, soja, arroz, lechería. La mayoría de esas inversiones se producen sobre industrias ya en marcha, vienen a comprar empresas en funcionamiento, de gran rentabilidad y, en lo posible, monopólicas u oligopólicas. No hay que confundir el hecho de que la mayoría de la población viva un poco mejor que antes de asumir el gobierno del FA, -lo cual es cierto-, con la redistribución justa de la riqueza. Hay un aumento de la riqueza global que se puede demostrar por el crecimiento del PBI o por la recuperación de la productividad industrial a índices anteriores a la crisis de 2002. Sin embargo, el salario real de los trabajadores no se ha recuperado en el mismo porcentaje. Incluso en las proyecciones que se han hecho, el salario crecería a un porcentaje mejor que el conjunto de la economía. Es decir que será mayor la cantidad de plusvalor que la clase dominante se apropiará. Esta forma de crecimiento económico beneficia esencialmente al sector agroexportador y sus límites están en los precios que se obtengan en los mercados internacionales. Sumado a ello la acción económica del sector exportador se hace sentir sobre el conjunto de la población que tiene que pagar a precios internacionales productos básicos como la leche y la carne (cuyo precio al consumo sigue subiendo). Se busca mantener altas tasas de ganancia aprovechando la actual- y provisoria- coyuntura de precios altos de nuestras materias primas. No es casual que veamos a la derecha intentando estigmatizar al movimiento popular mostrándolo como la causante de la suba de precios en algunos productos o en la falta de dinamismo de la economía. La intención activa de la patronal de CONAPROLE de atacar al sindicato tampoco es una casualidad. Es parte de un discurso que trata de ocultar los intereses de clase que existen en la sociedad. Frente a esta situación se hace imperioso el cambio de la política económica para desarrollar plenamente el país productivo con justicia social y profundidad democrática.

Las críticas no son nuevas y se basan en el programa del FA.

Por más que la derecha pretenda aislar al PCU, hace 90 años que estamos insertos en el pueblo. Nuestros compañeros frenteamplistas saben que nos van a encontrar siempre en la primera línea de combate cuando se ataque a nuestra fuerza política y a nuestro gobierno. No obstante, ello no implica en ninguna circunstancia que nos callemos las diferencias ni que reneguemos del debate necesario. La unidad de la izquierda se construyó en la discusión fraterna, en la unidad de acción en torno a un programa de cambios, surgido siempre del debate franco al que no renunciamos ni renunciaremos. Que la derecha siga con su juego de intentar aislarnos. Sus motivos tienen, porque el asunto de fondo son los intereses de clase. Por las mismas razones, aunque antagónicas, nosotros seguiremos con nuestros objetivos que no son otros sino los que desde su fundación motivaron al Frente Amplio: profundizar la democracia hasta el mayor límite alcanzable.

viernes, 18 de junio de 2010

Ganar todos los campeonatos (18 de Junio 2010)




Esta semana los uruguayos nos quedamos roncos de gritar los tres goles de nuestra selección. Escépticos y críticos con nuestra actuación en la copa del mundo como siempre, no dejamos de ilusionarnos cada vez que la celeste pisa una cancha de fútbol. El país parece paralizarse durante los 90 minutos en que la “reina” circula por el campo de juego y eso no hace más que reflejar cómo el deporte traído por los ingleses a finales del siglo XIX se ha convertido en una parte destacada de nuestra cultura. El fútbol, el deporte-rey, gobierna las pantallas de los televisores del mundo entero. Un gran despliegue que más allá de los apasionamientos provocados es obvio que resulta jugosamente aprovechable para quienes intentan ocultar las consecuencias de la crisis europea o la criminal acción del gobierno israelí. Antecedentes sobran, aquí también. Los gobiernos de los llamados partidos tradicionales se amparaban en la euforia del país para imponer un aumento de tarifas o un fiscalazo. Hoy, que no controlan la administración del Estado, están tratando de aprovecharse en este mes para imponer sus ideas. Así buscarán restringir la inversión del Estado en el futuro Presupuesto Nacional o limitar lo más posible los derechos de los trabajadores en las negociaciones de los consejos de salarios. Lo que resulta paradójico es que quienes han criticado nuestro relacionamiento con la región ahora busquen una mayor representación en el PARLASUR. En estos días el Partido Colorado presentará un recurso ante la Corte Suprema por no estar de acuerdo con la forma en que se distribuyeron los representantes. Pretendían que nuestro gobierno quedara en minoría. Los que fueron “artíficies” de gobernar excluyendo al FA de todos los organismos de gobierno, de toda representación. Notemos cómo han criticado las medidas de nuestro gobierno en estos 100 días de afianzamiento de las relaciones con la región. Quieren que nos asociemos a EEUU, el mismo país imperialista que se arroga el derecho de ser la policía mundial. Estos mandaderos locales, frente al interrogatorio a la que se expuso a una funcionaria del actual Ministerio de Defensa en el aeropuerto de Miami, argumentan que hay que “ver todos los elementos” antes de tomar alguna acción ante el atropello. Por supuesto, no nos sorprende porque bien conocemos sus históricas genuflexiones ante el imperialismo del Norte. Su objetivo es evitar que nuestro gobierno desarrolle el programa nacional, popular y democrático que tiene el FA. Esto siempre hay que tenerlo presente, más aún en estos días en que los frenteamplistas comenzarán a discutir los acuerdos a que se llegó en las comisiones interpartidarias. Nuestro legítimo seguimiento de la selección y del mundial en tanto expresión deportiva, no puede hacernos perder de vista que en estos documentos los llamados partidos tradicionales pretenden introducir la mayoría de sus ideas. En temas claves como energía, educación o defensa entre otros, son varias nuestras discrepancias con algunos de los acuerdos mencionados. Un alto en la pantalla, la reunión de amigos en el boliche para compartir las incidencias futboleras, es imprescindible. Repasemos con cuidado el programa del Congreso Zelmar Michelini base fundamental para un protagonismo decisivo en estas horas y en perspectiva estratégica. Allí está claro que el Estado cumplirá funciones de “(…) conductor, regulador social y emprendedor. En otros términos, funcional a un programa de crecimiento, distribución de la riqueza, modernización, democratización y de inclusión social. En síntesis, un Estado que debe ser recuperado para cumplir adecuadamente el rol orientador del desarrollo nacional”. Un Estado que “ (…)es el producto y la manifestación del carácter irreconciliable de las contradicciones de clases. El Estado debe ser controlador, generador, impulsor, e inversionista de la economía. Así como regulador de la actividad privada a través por ejemplo de créditos al pequeño y mediano productor y comerciante cuyos fines acompañen el país productivo con justicia social. De lo que se trata entonces es de construir un Estado de nuevo tipo, al servicio de otro bloque de poder y de otro modo de producción. Entonces el mantenimiento y fortalecimiento de las empresas públicas (gestión) en manos del Estado es un elemento imprescindible de la soberanía e instrumento esencial para el desarrollo del país”. Este vienes llegamos a nuestro número 100 luego de 2 años de salir como “El popular”. 100 números que merecen festejarse pues son producto de todos quienes tienen parte en su desarrollo: aquellos que lo leen y lo difunden, aquellos que nos critican y nos apoyan, aquellos que en cada edición nos aportan ideas y artículos. “El Popular” es elaborado todas las semanas por un conjunto de esforzados compañeros. Todavía nos falta mucho por corregir, por mejorar, pero seguimos trabajando para que cada edición trate de aportar a la construcción del bloque político, social, radical de los cambios.
Gracias por acompañarnos.

jueves, 10 de junio de 2010

La clase obrera y su paraíso. (11 de Junio 2010)




Muchos hemos tenido la ocasión de ver la película cuyo título y contenido remiten a la clase obrera y su búsqueda del paraíso. “La clase obrera va al paraíso” nos mostraba con toda la crudeza del caso, la construcción de la conciencia de clase, dramática por cierto pero que da lugar a expectativas que no son meros sueños, en cuanto el aludido paraíso se edifica a su vez desde esa conciencia. Menor número –o mayor, porque el tiempo pasa y las políticas regresivas también- es el de los que no han visto tal película, no han vivido esos momentos, y sin embargo sufrieron la incidencia de esas políticas y viven a diario su condición principal. Son los asalariados, los trabajadores que cotidianamente enfrentan su situación familiar y personal y por tanto bregan por las salidas conjuntas, de clase. Porque sin duda la lucha de clases sigue existiendo, así como la necesidad del férreo nucleamiento de los trabajadores para su subsistencia. Con esa convicción fundamental el reciente 9 de junio, en un llamado de la central sindical a paro parcial con movilización, mostraron con hidalguía su presencia a lo largo de 18 de Julio hasta el acto central en la Plaza Cagancha. No faltaron en horas previas las “consultas” mediáticas de dudosa o nula validez, en tanto fueron contradichas por la presencia masiva en la movilización que acompañó al paro. No será posible avalar las mencionadas encuestas si se tiene en cuenta la presencia de los sindicatos en la marcha, el acto concretado en la Plaza Cagancha e incluso la posterior marcha de la Educación que pasó por el Ministerio de Economía y culminó en el CODICEN. Es preciso señalar, en el cuadro general al que siempre hacemos mención, que en este país la clase obrera y todos los asalariados responden a su organización central, el PIT CNT. Que nadie dude de ello y si lo hace que se arrime a sus manifestaciones. Fueron capaces algunos medios masivos de enfatizar el carácter “montevideano” de la movilización. Podemos afirmar que no existió tal cosa, pues los sindicatos nacionales tuvieron destacable presencia de compañeros de distintos puntos del Interior. Pero lo importante sin duda fueron los planteos que refirieron –desde las consignas, los carteles y los discursos- a alertas severas que desde su independencia de clase los trabajadores realizaron, al gobierno, a las cámaras empresariales y a la sociedad en su conjunto. Porque tal como bien lo ha definido el movimiento sindical, la mencionada independencia nada tiene que ver con la prescindencia. Los trabajadores organizados son responsables y así se manifiestan. Defienden su salario, su fuente laboral, el respeto por su labor y también por su vida cotidiana, su salud, su vivienda, su educación y la de sus hijos. No faltan quienes por desconocimiento o mala intención, cometen la falacia de atribuir al pueblo trabajador –en el que desde luego se incluyen los jubilados, también los excluidos del “mercado de trabajo” empujados a la desesperación- actitudes que según los falaces aludidos están reñidas con la independencia. “¿Cómo se permiten los trabajadores opinar de política?” Algo así como “zapatero a tus zapatos”. “Tú, trabajador privado o público, dedícate a “laburar”. Déjales a quienes integran lo que llaman “clase política”???, (no conocemos la existencia de tal categorización) que se dediquen a esos asuntos”. Aunque sea un ABC en la escuela primaria de las relaciones laborales, no está demás insistir que el “mundo del trabajo”, que tiene su historia larga, nunca podrá estar separado de las relaciones políticas que aborda una sociedad. Al respecto, este pueblo, como bien se dijo en la oratoria del miércoles 9, se pronunció por un programa de cambios profundos. Programa que a nivel político coincide en grado prácticamente unánime con el que ha elaborado la organización de los trabajadores. Y es por ese programa, por su cumplimiento e involucrándose como protagonista porque es su deber, que el movimiento sindical lucha y lo seguirá haciendo. Es su deber y su derecho. También frente a este gobierno cuyo deber fundamental, a su vez, es llevar adelante, sin contradicciones o a pesar de las que surjan en el devenir político, ese programa. Rescatamos como sustancial que se hayan remarcado en este magnífico acto y ante la inminencia del Presupuesto Quinquenal, no sólo las reivindicaciones salariales sino el reclamo por el programa. Sobre todo porque incluye las propuestas de salida a los problemas de la clase obrera, los asalariados, los jubilados, el pueblo en sus diversas manifestaciones expresadas en un II Congreso del Pueblo. Casi un símbolo de lo que estamos diciendo fue el encabezamiento de la movilización: los obreros de Metzen y Sena que se esmeran en la construcción de una salida asumiendo la responsabilidad que no logran tener quienes desde las cámaras empresariales emprenden “lucha injuriosa” por sus propios intereses, que son los del bloque dominante que integran. Es sí un alerta. Como lo fueron otras expresiones en momentos electorales. Tengamos presente que cuando lo que se produce es una fotocopia del original neoliberal, se corre el riesgo de que una sociedad opte por el original (experiencia de Chile mediante, como se señaló en la oratoria del acto del 9 de junio). Ciertamente es legítimo el llamado de los trabajadores organizados a luchar y construir, con involucramiento activo, una sociedad que avanzando y profundizando la democracia, sin renuncias ni confusiones, tenga como protagonistas principales a los integrantes del pueblo, sus trabajadores de ayer y de hoy en primer lugar, sean privados o públicos, para llegar al poder popular. Teniendo claro que todavía no lo tenemos y que la prioridad es bregar por alcanzarlo.

viernes, 4 de junio de 2010

La ley de Goliat ¿el más fuerte? (4 de Junio 2010)

La agresión brutal de los comandos israelíes a la “flotilla de la libertad” no merece más que el repudio internacional. En los seis barcos que componían la flota, cuyo claro objetivo era la solidaridad humanitaria, viajaban unas 700 personas. Todas ellas se habían unido para hacer llegar ayuda a la población de Gaza.
Al momento se sabe que existen por lo menos 10 civiles asesinados y más de 50 gravemente heridos. A ello se suma la deportación en estos días de los demás tripulantes, aunque se sigue manteniendo cautivos a los palestinos de origen israelí en condiciones “desconocidas”.
Este acontecimiento sangriento es una muestra de la continua agresión que el gobierno de Israel realiza sobre Gaza y que le ha costado la vida a miles de palestinos. Sin embargo las autoridades israelíes procuran mostrar a las víctimas del ataque como los grandes culpables.
El gobierno de Israel actúa nuevamente con impunidad, envalentonado por el respaldo incondicional que de hecho tiene de EEUU. Para muestra basta ver cómo ambas naciones votan juntas en la ONU o en cualquier organismo internacional.
Si en la década de los 90 había quienes negaban o relativizaban la existencia del imperialismo no sólo como categoría de análisis sino también como realidad concreta, favorecidos por el avance del pensamiento único, hoy no pueden seguir ocultando los intereses que denotan en estas y otras tantas acciones guerreristas. Tampoco pueden seguir defendiendo que la política exterior de Obama es distinta a la que llevó adelante George Bush jr, tanto en su actuación como en la política de alianzas.
Este nuevo atropello es una demostración cabal de la aplicación de la ley de la selva en el ámbito internacional, según la cual el más fuerte sobrevive e impone sus reglas (porque los que no están conmigo están en mi contra).
Por ser la del capitalismo, es la idea que prevalece en las clases dominantes de nuestro país y así se puede desprender de sus acciones cotidianas.
Nótese cuál es el planteo de la patronal en el conflicto en CONAPROLE. La empresa pasa a juez a un conjunto de trabajadores por apropiarse de dinero en las transacciones comerciales, de los cuales algunos son encontrados culpables de hechos delictivos y son echados de su trabajo. Sin embargo el conflicto se produce cuando se despide a un trabajador al cual la justicia encontró inocente.
Los sindicatos han defendido siempre el derecho de sus trabajadores frente a la injusticia que se produce en una sociedad dividida en clases; incluso lo hacen legítimamente enfrentándose a los poderes del Estado. No fue precisamente éste el caso, pues como han declarado los dirigentes de AOEC ya han existido otros despidos en la empresa y el sindicato no tomó ninguna medida. Lo grave es que se quiere matrizar en la población, dándolo como un hecho, la existencia de una “corporación” que presiona para que se deje trabajando a alguien que según ellos –no la Justicia- delinquió. Al mismo tiempo se busca culpabilizar a los trabajadores por la falta de leche en el mercado.
La empresa quiere doblegar al sindicato, quiere imprimir la ley del más fuerte y por ello parece no aceptar ninguna de las propuestas del Ministerio de Trabajo.
Por otra parte, no debe resultarnos extraño que en este mes, en que se comienza a discutir y elaborar el Presupuesto Quinquenal, el objeto de culpabilización sean los funcionarios públicos.
Recordemos que cualquier mejora en los ingresos de los empleados públicos tiene consecuencias directas sobre el ingreso del conjunto de los trabajadores. Pero lo más importante a tener en cuenta es el objetivo principal de las clases dominantes: aumentar su tasa de ganancia. A pesar de que sus ganancias, por más que repitan quejas continuas, no han disminuido durante los años de gobierno de FA.
¿Cómo operan en nuestro ámbito y en las actuales circunstancias? En primer lugar intentarán que la ronda de Consejos de Salarios no mejore la distribución de la riqueza. Buscan que la misma finalice sin mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores. En segundo lugar presionan y seguirán haciéndolo para que el Estado vuelva a restringir su actuación en la vida económica del país. Ansían un Estado que no profundice la calidad de la democracia en el país, que no invierta en educación, en vivienda y en el desarrollo productivo.
Se acercan meses en donde se profundizaran las contradicciones sociales en torno al reparto de la riqueza. Se necesita seguir trabajado para la organización y movilización de los trabajadores y el pueblo uruguayo por un proyecto de país productivo con justicia social y profundización democrática.
De ahí que a nuestro gobierno actual se impone requerirle medidas concretas que se guíen por lo expresado en el programa del FA. Porque sigue vigente la contradicción principal en la actual coyuntura: o se construye un país productivo con justicia social y profundización democrática o, de lo contrario, tendremos mayor dependencia.
En tanto nos disponemos a enfrentar esa contradicción fundamental, estamos dispuestos –y convocamos en ese sentido- a desplegar al máximo la capacidad de acción en todos los ámbitos del bloque político y social, democrático radical de los cambios. En el gobierno. En el Frente Amplio como coalición de sectores políticos y organismos de base. En el movimiento social todo: trabajadores, jubilados, estudiantes, profesionales, pueblo uruguayo en definitiva.
Hacerlo así requiere la aplicación del programa de cambios en la perspectiva de profundizar la democracia. Hacia una democracia avanzada como vía que nos aproxime a la necesaria sociedad sin explotados ni explotadores.
Porque Goliat no puede ganar el combate.